Toda una vida viajando

Toda una vida viajando

Sí, toda una vida viajando. La vida de una persona ya tiene unas condiciones y viene dada con unas circunstancias desde que nace. 
Yo no he sido ninguna excepción, y por razones meramente familiares he estado cogiendo billetes de ida y vuelta desde casi los tres años. Mis padres se separaron cuando yo era muy pequeño, por lo que me tocó vivir con mi madre, en Granada concretamente.
Cuando se acercaban las vacaciones, ya fuesen las de navidad, Semana Santa o verano me tocaba partir hacía la otra punta de España, Pamplona, en la vive mi padre y toda mi familia paterna. 
Siempre tengo ese recuerdo feliz de cuando ya casi llegaba y veía a mi familia y amigos, como también recuerdo con cierta tristeza cuando todo acababa y tocaba volver, volver a la rutina.
En todos estos años, de idas y venidas, y tras haberme movido en practicamente todos los medios de transporte posibles, me he conocido aún más, aunque yo sinceramente pienso que eso lo ha provocado el viajar solo.
Días que tienen las horas más largas, piernas dormidas y el repertorio musical totalmente escuchado, pero pese a todo, adaptandome a ello como si de un estilo de vida se tratase.
Viajar, en mi opinión, es vivir experiencias nuevas, salir de la burbuja de lo cotidiano, lo que nos hace abrir la mente y conocer nuevos aspectos de la vida que hasta el momento quizás no has conocido.
Viajar es cansado, aburrido para algunos, una obligación para otros, pero pese a los kilometros recorridos nunca me cansaré de hacerlo y ojalá nunca me ocurra, porque viajar mola.
(imagen extraída del diario El País)

Comentarios